Son muchas las personas que achacan a la retención de líquidos sus problemas de peso, sobre todo cuando este se produce en zonas del cuerpo localizadas.

Pero ¿Qué es exactamente la retención de líquidos? ¿Por qué se produce? En este artículo trataré de arrojar un poco de luz sobre este problema y enumeraré una serie de consejos alimentarios para tratar de combatirlo. Primero de todo me gustaría describir qué se entiende por retención de líquidos y cuáles son las causas de su aparición, para después, pasar a presentar mis consejos nutricionales. ¿Qué es la retención de líquidos? El agua es el elemento principal de nuestro organismo, entre el 60% y el 70% de nuestro cuerpo está formado por líquido. En condiciones normales, existe un equilibrio entre la cantidad de líquido que ingerimos y la que expulsamos. Cuando se rompe este equilibrio y eliminamos menos líquido del que ingerimos, se produce un edema, conocido popularmente como retención de líquidos. Este edema puede aparecer de manera generalizada, es decir, por todo el cuerpo, o lo que es más común, de forma localizada. No podemos considerar la retención de líquidos como una enfermedad, pero sí como un posible síntoma que nos puede ayudar a detectar un determinado trastorno en nuestro organismo. Podemos saber que padecemos retención de líquidos si sufrimos una hinchazón de determinadas partes del cuerpo. Estas hinchazones pueden aparecer de manera súbita. Normalmente, las zonas afectadas son las manos, los brazos, los pies, las piernas y la cintura. ¿Cuáles son las causas de la retención de líquidos? La retención de líquidos puede producirse por causas diversas, a continuación paso a detallar las más comunes: Funcionamiento incorrecto de los capilares: Los capilares son pequeños vasos que transportan fluido a las células para nutrirlas. Una vez finalizado el proceso de aporte de nutrientes a las células, el líquido vuelve a los capilares. La retención de líquidos puede ocurrir si se producen fallos en el sistema de presión de estos capilares, que impidan el correcto retorno del líquido al torrente sanguíneo. Además, también pueden producirse fugas en la pared capilar. Todo ello puede producir que el líquido se acumule entre las células del tejido produciendo inflamación.

Problemas cardíacos: El correcto bombeo del corazón, permite que la presión dentro de los vasos sanguíneos del organismo sea la correcta. Cuando se produce una insuficiencia cardíaca, esta desemboca en un cambio de presión arterial. Como consecuencia, es común que aparezca retención de líquidos en piernas y pies.

Fallo renal: En los riñones se produce la filtración y limpieza de nuestra sangre. Posteriormente, el torrente sanguíneo reabsorbe lo que el cuerpo es capaz de utilizar. Lo que el cuerpo no es capaz de utilizar, se excreta a través de la orina. En el caso de padecer una insuficiencia renal el cuerpo no es capaz de eliminar del organismo la totalidad de los fluidos, produciéndose una retención de líquidos.

Embarazo: Es muy común que las mujeres embarazadas sufran retención de líquidos, esto se puede producir debido al peso del útero sobre las paredes principales de la pelvis. También puede aparecer debido a los cambios hormonales derivados del embarazo (sobre todo a partir del tercer trimestre), que producen la hinchazón en tobillos y pies. Generalmente no hay de qué preocuparse ya que desaparece después de dar a luz.

Sedentarismo: La actividad física ayuda a que las venas de la parte inferior del cuerpo (pies, tobillos, piernas?) devuelvan la sangre al corazón. Si llevamos un estilo de vida sedentario, la sangre no viajará con la suficiente rapidez, acumulándose en el tren inferior y ejerciendo una mayor presión en los capilares de esta zona. Esto puede llegar a causar la rotura de algunos capilares además de producir una hinchazón anormal de las venas (varices).

Consejos nutricionales para combatir la retención de líquidos: 1. Reduce el consumo de sal: debemos evitar los productos que aportan mucho sodio al organismo ya que este favorece la acumulación de líquido en nuestro cuerpo. Consejo: prueba de sustituir la sal por especias que den sabor a los alimentos como la pimienta, el orégano o la albahaca. 2. Bebe agua: Sí, aunque parezca contradictorio, es muy importante beber agua para combatir la retención de líquidos. Lo aconsejable, es beber entre uno o dos litros al día. Consejo: Además de agua también puedes beber alguna infusión diurética como el té verde o la cola de caballo. Estas infusiones ayudan a nuestro organismo a expulsar líquido. 3. Consume dos raciones de lácteos al día. Los productos lácteos también ayudan a reducir la retención de líquidos. Las dos raciones pueden estar formadas por un vaso de leche y dos yogures. Consejo: Evita el queso curado o semi-curado, ya que su contenido en sodio es muy alto y como hemos visto, perjudicial para la retención de líquidos. 4. Evita conservas y ahumados: son productos que debemos evitar ya que también contienen cantidades excesivas de sodio. Consejo: Consume alimentos frescos y de temporada. También puedes comprar alimentos congelados no cocinados ni procesados. 5. Consume alimentos ricos en potasio: El potasio es un mineral que ayuda al correcto equilibrio de líquido en nuestro cuerpo. Plátano, patata, espárragos, nueces, acelgas o espinacas son algunos alimentos ricos en potasio que pueden ayudarnos. Consejo: Siempre recomiendo comer un puñado de nueces (30g) diariamente, ya que además de aportar potasio al organismo, ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y a mejorar el tránsito intestinal. 6. Añade ajo a tu dieta: El ajo es un alimento que nos aporta compuestos sulfurados que tienen un efecto diurético en nuestro organismo. Además, el ajo es un alimento antiséptico, antibacteriano y fungicida. También es un alimento rico en potasio y vaso dilatador, por lo que también ayudará a aquellas personas que tengan la tensión alta. Consejo: Si te repite el ajo úsalo siempre cocinado, no crudo y en pequeñas cantidades. Colaboración de Júlia Farré Si tienes cualquier duda sobre retención de líquidos puedes mandar tu pregunta a un dietista nutricionista que te responderá y asesorará.